FM Oeste consolida su estrategia al continuar transmitiendo su programación en vivo a través de You Tube. La radio convencional tal cual se la conocía, quedó atrás.
por Santiago Alonso
Hace pocos días se le tiraron encima a Mario Pergolini por un supuesto textual que nunca dijo “la radio murió”. Y en rigor, no dijo precisamente eso, sino que el hecho de que una voz te produzca algo ya no va a estar ahí, sino en el streaming.
La radio nació en tiempos en los que el único medio visual era el diario que se compraba cada mañana. Radioteatros como Sandokan, Tarzán y Los Pérez García eran la razón de ser para que jóvenes y adultos se sentasen al lado del receptor. Pasó mucho tiempo entre ese momento y el que transitamos. Llegó la FM, se expandió, el dial se llenó de radios ilegales y el sistema colapsó.
Actualmente en el conurbano bonaerense, escuchar una FM es una tarea casi imposible, las emisoras de mayor difusión llegan con fritura y múltiples interferencias y las locales no resisten un viaje en colectivo desde Padua hasta Ramos Mejía si se las intenta escuchar por aire viajando en el Sarmiento o en el 136 yendo derecho por Rivadavia.
Siguiendo con las comparaciones relacionadas con los trenes, vale esta también: intentar escuchar una radio es lo más parecido a querer viajar sentado en un transporte público a las 7 de la mañana de un día de semana. Esta imposibilidad tiene varias explicaciones, la primera es que el Estado no regularizó la situación de muchas radios que nacieron en los 80 y que pese a haber presentado la documentación necesaria para emitir legalmente, se les negó esa posibilidad.
Otra es que muchos radiodifusores con cierto capital adquirieron equipos y antenas y se metieron en el espectro sin papeles ni permisos. Para quienes no conocen técnicamente la metodología, va una explicación sencilla: salir al aire un día en un dial y luego otro es tan sencillo como operar una máquina, tocando algunos pocos botones.
El ENACOM (Ente Nacional de Comunicaciones) nunca se ocupó seriamente de ordenar el espectro y aplicar las sanciones del caso a quienes no cumplen. Sus mayores preocupaciones pasaron por indicarle sutilmente a los medios que no deben decirle “trapito” a los cuidacoches.
La competencia desleal está a la orden del día: una radio legal tramita permisos, licencias, pliegos, reconocimientos. Paga derechos de autor por la música que transmite y busca no excederse en cuanto a la llegada para no pisar otra radio. No todos piensan igual. FM Oeste ha sido víctima de la saturación de emisoras de locales bailables y evangélicas que interfirieron FM 106.9 durante años.
Naturalmente, esta situación hace inviable económicamente a cualquier proyecto serio. Este medio tiene más de 30 años de historia y sorteó devaluaciones, todos los cambios de gobierno que hubo, crisis y hasta desastres naturales. Pero poco puede hacer ante las interferencias ocasionadas por quienes no deberían estar llegando a la zona de influencia por la que la radio paga un permiso (y las otras no).
La radio está lejos de morir. Según cifras de Kantar IBOPE Media, es un medio que llega al 60% de la población con consumos de hasta 6 horas diarias. Sus principales objetivos se cumplen sobradamente: informar y entretener. Lo escucha el 47% de las mujeres y 53% de varones de más de 30 años en ambos sexos. De acuerdo con este estudio, las audiencias recién mencionadas buscan el medio en el hogar, luego el auto, el trabajo y transporte público.
Ante la desidia estatal e inacción absoluta, se procedió a repensar el esquema y hacer una apuesta total y definitiva al soporte online. Una aplicación para celulares elimina el problema de las distancias y oyentes que quieren escuchar nuestra programación desde Caballito, Mendoza o Barcelona pueden hacerlo sin problemas. Si bien desde hace años se puede escuchar desde la web, en el 2021 se consolidó definitivamente la emisión de los programas en vivo por la red en la que estamos todos: You Tube.
El fenómeno no es nuevo en el mundo y tampoco lo es en Argentina: emisoras como Vorterix, Urbana, Radio Con Vos, Radio 10 y La100, entre otras, ya sumaron cámaras a su estudio para las transmisiones de programas en horarios centrales. El objetivo de FM Oeste es estar donde están todos, y hoy las audiencias (si, en plural por edades, grupos demográficos y hábitos) disfrutan sus contenidos en internet no sólo en tiempo real con una programación lineal sino por demanda, en los horarios y días que mejor consideren.
De esta manera, desde la radio emitimos nuestra grilla lineal con la programación sonora durante el día: Radio Doc, Música Multicolor, Invasores del Espacio, El Club Retro, El Forajido y Cosa Nostra. También la oferta de propuestas que están disponibles vía You Tube, la red de videos más importante que se haya creado. De esta manera el público disfruta envíos como Oeste Saigón, En Esa Estamos, Desconexión Sideral, Hablemos de Prejuicios y Más y El Eterno Forcejeo entre otros que se irán sumando en el 2022, el año en el que se consolida definitivamente esta nueva radio, que es sonido e imagen, un modelo más rendidor que el del aire, conteminado e imposible.