
El ex Ministro de Desarrollo social tomó la decisión de dejar su puesto. Vuelve a la comuna que lo transformó en intendente y tendrá que lidiar con un escenario político complejo.
Zabaleta tiene una idea fija tras su regreso: convivir con el resto de los espacios que componen el Frente de Todos. Cuando dejó el distrito para probar las mieles del cargo nacional, Damián Selci quedó en su lugar al ser el siguiente en la línea sucesoria, según figura en la boleta del oficialismo del 2019.
Lejos de ser alguien que reporte a las filas del “juanchismo”, Selci es un hombre de La Cámpora que tensó la situación política local. Por empezar, desplazó a los funcionarios del entonces intendente y mostró imágenes comparativas entre una gestión y otra, como si quien asumiese ese interinato fuera un dirigente de la oposición, en el seno del oficialismo demostrando que en ocasiones, la política argentina logra inventar el “helado caliente”.
Quienes festejaban la partida de “Juanchi” hacia el seno albertista en Casa Rosada eran los dirigentes de Juntos por el Cambio que veían mayores posibilidades de arrebatarle el distrito al peronismo en las elecciones del 2023. El retorno de Zabaleta es leído por ellos como un problema de gravedad en un territorio en el que el macrismo jamás pudo hacer pie salvo en algunas zonas concretas.
“El camino está marcado, en marcha y ordenado. Falta todavía, pero en la emergencia fuimos haciendo las cosas que había que hacer y tomando las decisiones que había que tomar”, destacó el alcalde en una carta abierta dirigida a los vecinos en las que hablaba de su regreso.
“Y así como cumplí con el compromiso que asumí, también voy a cumplir con mi palabra para con mis vecinos y vecinas: volver a Hurlingham. Volver a ser intendente, ese lugar en el que la cercanía lo es todo. Los intendentes vivimos de resolver problemas minuto a minuto. Esa es nuestra vocación. Volver a estar en el primer mostrador de nuestra democracia, atendiendo las demandas de mi gente. Caminando el territorio, cada barrio, cada manzana, cada cuadra. Cerca de las necesidades y acercando las soluciones”, agregó.
No se trata del primer intendente que vuelve a su localidad tras leer el panorama nacional. Las elecciones – viendo en escala – están a la vuelta de la esquina y el termómetro social alerta a los alcaldes que reportan al presidente en términos de gestión. Se habla de una posible renuncia del Ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, quien haría lo propio en San Martín. Similar decisión tomaría el titular de la cartera de Desarrollo de Hábitat, Jorge Ferraresi, aparentemente con deseos de sentarse en el sillón del Municipio de Avellaneda, que gobierna hace varios años.
Hace algunas horas, el gobernador bonaerense Axel Kicillof llevó a cabo una reunión con jefes comunales del peronismo para intercambiar opiniones e inquietudes. Allí se trataron temas como obras, economía, presupuesto y pagos atrasados a agentes municipales en distintos lugares. El tema de las PASO también fue una parte mínima de esa agenda, sin ser tan preponderante como la seguridad, otro de los asuntos de mayor preocupación pública, en especial en el conurbano bonaerense, allí donde los alcaldes volverían para refugiarse.