Guadalupe llegó a la Clínica Agüero por un dolor de panza. Dijeron que tenía una peritonitis, nunca llegaron a operarla porque no había cirujano y terminó muriendo por un infarto. Los padres piden justicia y poder enterrar a su hija.
Ariel todavía no sabe qué sucedió. Su hija Guadalupe tenía 4 años y llegó a ese centro de salud de Morón por un fuerte dolor en el estómago. En su primera visita no le hicieron estudios médicos y la enviaron a su casa con una “dieta blanda”.
Con los días, y la continuidad del dolor, el jueves 6 decidieron llevarla de nuevo a la Clínica Agüero y quedó internada para hacerle controles. “Le inyectaron algo y ni siquiera la operaron porque dijeron que no tenían cirujano de guardia”, señaló el padre de Guadalupe a Crónica TV.
Ese mismo día la nena entró en paro dos veces y sufrió lo que aparenta ser una sepsis generalizada provocada por la peritonitis. Finalmente Guadalupe falleció sin muchas explicaciones.
“No podemos saber qué pasó y mucho menos retirar su cuerpito para poder despedirnos de ella“, dijo dolorido Ariel. La familia sigue esperando el resultado de la autopsia y denuncian que desde la clínica están demorando y ocultando todo.
La denuncia fue realizada en la Comisaría 1ra de Morón pero ahí tampoco le dieron una respuesta: “Dijeron que primero tienen que realizarle el hisopado por COVID-19, pero ella no tuvo nada de eso”. En el día de hoy van a tramitar la misma denuncia pero en la Fiscalía.
Hoy van a hacer una marcha a la puerta de la clínica ubicada en la calle Agüero 1395 de Morón para pedir justicia por Guadalupe.