El comerciante asesinado en La Matanza fue inhumado en una reconocida cochería de Morón. Familiares y amigos de la víctima de la inseguridad despidieron a Roberto Sabo.
El hecho fatal tuvo lugar el pasado domingo a las 14:00 hs durante un asalto en su comercio, un kiosko ubicado en Avenida de Mayo y Alvarado en pleno centro de Ramos Mejía.
Los asesinos, un joven de 29 años y una menor de 15 intentaron darse a la fuga luego de efectuar seis disparos contra Sabo pero fueron detenidos por efectivos policiales. Los delincuentes huían en una moto robada a un repartidor.
Leandro Daniel Suárez fue el autor material del hecho. Permaneció seis años en prisión por robo y hurto hasta recuperar la libertad en agosto del año pasado. De la menor, por obvios motivos, no trascendieron datos.
Luego de ser detenido, fue indagado el martes. Lloró ante la fiscalía, pidió no ser condenado con prisión perpetua. Acto seguido optó por no declarar. Fue imputado por “homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego y por robo calificado, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de guerra”. Su pena se agravará por la participación de una menor de edad.
La tragedia logró nacionalizarse y se relizó una manifestación donde los vecinos pedían justicia a las autoridades locales, nacionales y provinciales. La movilización terminó con represión policial a quienes exigían endurecimiento de las penas.
“El dolor sigue”, sostuvo Pedro Sabo, padre de la víctima en la puerta de Pache, la funeraria ubicada en Morón sur.
«Podemos decir que fue un robo de lujo porque no lastimaron a nadie. Ahora, a veces, ni siquiera llegan a llevarse algo y te pegan un tiro, parece que se les atrofió más la mente o quieren ir por más. Cada vez son más jóvenes, parecen que nacen con un arma en la mano», añadió Patricia, pareja del kioskero.