El frente conformado por el Pro, la UCR, la Coalición Cívica y otros espacios, no pudo digerir la derrota por 11 puntos en el distrito, lo que se tradujo en “carpetazos” por parte de un concejal opositor. Golpes y empujones delante de vecinos y el periodismo en la reciente sesión.
La sesión de ayer fue clave por dos razones: por un lado, se despedían del recinto ediles que habían asumido en 2019 y no habían renovado la banca. Es altamente probable que la renovación del gabinete del intendente reelecto Lucas Ghi les brinde algún lugar para dotar de experiencia el departamento ejecutivo. Hubo aplausos para Claudio Rugna, Marina Pintos, Julieta Laviuzza y María Rosa Monteros, del Unión por la Patria quienes se despiden del HCD local. Desde la oposición dejan sus bancas Cristian Herrera y Juan Nardo.
El otro motivo central de la sesión fue la votación para el aumento de tasas. Un clásico que se corresponde con todas las gestiones del partido político que sea, considerando la inflación reinante. Partiendo de esa premisa, un concejal produjo una situación insólita: que se intenten dirimir las internas partidarias en plena sesión.
Francisco Mones Ruiz es un histórico “Lilito” en la comuna. Sus inicios en la política se corresponden con la militancia juvenil en el colegio Manuel Dorrego, también presidió la Coalición Cívica-ARI de Carrió y se desempeñó en el gabinete del Secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Santiago Cantón, durante la gestión bonaerense de María Eugenia Vidal.
En 2021 asumió como concejal por Juntos por el Cambio y a partir de ese momento se transformó en una de las voces más críticas del oficialismo.
Fueron sus palabras en la jornada de ayer las que prendieron la mecha de la violencia cuando acusó abiertamente a su ex compañera de bancada Claudia Quintana de haber dado quórum bajo la presunción de haber entregado su voto por beneficios personales, según argumentaba a viva voz Mones Ruiz.
En la tarima, militantes de Juntos por el Cambio terminaron a los gritos y empujones ante la presencia de periodistas, vecinos y otros trabajadores del HCD.
“Estamos viviendo un momento muy triste en la oposición, viendo cómo una concejal que dice ser opositora se quedó en su banca facilitando el quórum al oficialismo y siendo cómplice del aumento que van a sufrir miles y miles de vecinos. Este acto no es una traición a Juntos por el Cambio: es una traición a la representación política”, remarcó Mones Ruiz.
El titular del Concejo, Marcelo González, le exigió al edil que baje el tono para evitar mayores conflictos, tanto representantes del oficialismo como de la oposición, periodistas y asistentes varios, se ocuparon de frenar mediante la separación a los que se estaban empujando. Hay otra imagen que no se corresponde con la vida natural de este ámbito local de la democracia: la presencia de patovicas en la sala separando a quienes se estaban tirando manotazos.
Mientras la alocución del edil amarillo iba profundizando la beligerancia, representantes de Unión por la Patria giraban su cabeza para mirar las gradas y presenciar los incidentes producidos por quienes aún habiendo perdido la elección pasada en el plano local, representan a veces con mayor o menor éxito, a una parte de la población.
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