El sábado se van a juntar en el péaje de Ituzaingó para reclamar mayor seguridad. Cuentan que son varios los robos que sufrieron en las últimas semanas, incluso mientras circulan en plena autopista.
Cristian volvía hace unos días de Francisco Álvarez en su moto por Acceso Oeste. Estaba por la altura de Ituzaingó cuando dos motos se le pusieron a la par. Nunca se imaginó que le iban a desconectar la llave y le iban a empezar a pegar yendo a 100 km/h.
Al otro día otro motociclista estaba llegando a la colectora por la calle José María Paz cuando dos motos lo interceptaron y a los tiros lo obligaron a frenar. Cuando estaba en el piso le tiraron a la pierna y tuvo la suerte de que llegara una camioneta y que los delincuentes decidieran irse.
Todas las historias de robos sucedieron en las últimas semanas y en todos los casos se trata de vehículos de gran cilindrada. Por los hechos que se repiten día a día, los motociclistas decidieron hacer una marcha el día sábado, manteniendo la distancia social y sin bajar de los vehículos.
Será a las 16 hs. en el peaje troncal de Ituzaingó, el que corta la traza de la autopista entre Barcala y Martín Fierro. Esperan que su reclamo llegue a la Gendarmería, que controla la autopista, a la Provincia y a los municipios.
Los motociclistas denuncian que los ladrones venden las motos por una décima parte del valor y que incluso las exhiben en redes sociales, como trofeos de guerra. Se mueven en vehículos de gran cilindrada previamente robados.
En el caso de uno de los asaltos, sobre José María Paz, uno de los delincuentes manejaba una KTM Adventure 1090, cuyo valor de venta es de alrededor de U$S 25.000.
Los ladrones se sienten parte de una tribu urbana que nació en Brasil y se dedica a robar motos de gran cilindrada y después hacer todo tipo de maniobras y piruetas. Se hacen llamar “al grau” y aunque borran a diarios sus cuentas, buscan siempre mostrar sus delitos como conquistas.