Los cuatro meses de cuarentena empezaron a pegar en algunos sectores comerciales. En el caso del local bailable tuvo que cerrar por los costos fijos del alquiler y la falta de ingresos.
Según los datos de la Cámara Empresaria de Discotecas y Bares de la Provincia de Buenos Aires (CEDIBBA) unos 40 boliches del Conurbano tuvieron que cerrar sus puertas por la crísis ecónomica del sector.
Uno de ellos es Bahiano, ubicado en la esquina de Rivadavia y Blas Parera. Alejandro Pérez está a cargo de lo que era el complejo de boliches, que ahora quedó reducido al único local que era propiedad de ellos, a media cuadra. El otro ya tiene el cartel de alquiler.
“Trabajaba en dos locales que están uno al lado del otro. Uno lo alquilaba y el otro es mío. Cuando le dije a los dueños que iba a poder pagar el 50% del alquiler pusieron el grito en el cielo, no quisieron llegar a un acuerdo. Entonces pagué lo que tenía que pagar y cerré“, destacó en declaraciones al diario La Nación.
Pérez señaló también que todos en el rubro viven los mismos problemas. “Los boliches ya venían complicados desde hace tiempo, pero ahora empeoró“, destacó. Y dejó en claro que por ahora sigue pagando los sueldos: “Ahora me quedó un grupo de gente que trabajaba fijo en el día a día y por el momento los estoy bancando. Veré si me pongo un bar en mi local más adelante”.
La inmobiliaria que puso en alquiler el boliche pide $70.000 por mes, números que sin estar trabajando son imposibles de pagar para una discoteca. Además los servicios tienen montos fijos de entre $100.000 y $150.000, incluso sin realizar un consumo.