Análisis: Cómo afecta a los jubilados el DNU de Milei

Desde la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023, la política previsional en Argentina ha sufrido cambios drásticos, con un fuerte impacto negativo sobre el poder adquisitivo de los jubilados. Este análisis repasa las principales medidas tomadas, los efectos del DNU 274/2024 y las consecuencias proyectadas hacia fines de 2025.

Un ajuste que golpea a los jubilados

Desde el inicio de la gestión, el gobierno nacional impulsó una serie de decisiones con fuerte impacto regresivo en el sistema previsional. A través de la licuación del poder adquisitivo, congelamiento de bonos y reformas normativas, se consolidó una política de ajuste que explica una parte importante del superávit fiscal: el 19,2% del ajuste del gasto del Estado en 2024 se explica por la pérdida real en jubilaciones y pensiones.

La nueva fórmula de movilidad: inflación como techo

Con el DNU 274/2024, Milei derogó la fórmula de movilidad establecida por la Ley 27.609, vigente desde 2021. En su lugar, se implementó un sistema de actualización mensual atado al Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Aunque este cambio permitió cierta recuperación tras la aceleración inflacionaria del primer trimestre, los cálculos muestran que la fórmula anterior hubiera resultado más beneficiosa a partir de mediados de 2024. En particular:

• En junio de 2025, la jubilación mínima (sin bono) será de $304.726 con la nueva fórmula.
• Con la fórmula derogada, hubiera alcanzado $403.302, es decir, un 32,3% más alta.

Bonos congelados: una pérdida silenciosa

Desde marzo de 2024, el bono compensatorio de $70.000, percibido por el 70% de los jubilados, fue congelado. Esto implicó una fuerte pérdida de su poder adquisitivo:

• Entre marzo de 2024 y junio de 2025, las jubilaciones aumentaron un 127%, pero la jubilación mínima con bono sólo subió un 83%.
• Para mantener su valor real, el bono debería ser en junio de 2025 de $158.658.

Se estima que para diciembre de 2025, mantener congelado el bono implicará negarle a los jubilados $107.417 por mes.

¿Los jubilados le ganaron a la inflación?

Contrario al discurso oficial, los datos muestran que los haberes previsionales no superaron la inflación:

• Entre abril y junio de 2025, el poder de compra de las jubilaciones sin bono está un 3,1% por debajo del último trimestre de la gestión anterior.
• Para quienes reciben bono, la caída es aún mayor: 15,7% menos poder adquisitivo.

La ley vetada que proponía una mejora

El Congreso había aprobado la Ley 27.756, que fue vetada por el Ejecutivo. Esta propuesta incluía:

• Una recomposición única del 7,2% para todos los haberes.
• Un haber mínimo equivalente al 109% de la Canasta Básica Total de un adulto.
• Una cláusula de revisión anual si se registraba una mejora real en los salarios.

Su implementación habría significado una recuperación parcial del poder adquisitivo, algo que la fórmula actual no permite, ya que solo sigue la inflación, sin mejorar respecto a ella.

Medicamentos: menos cobertura y precios en alza

Otro golpe al bolsillo de los jubilados fue el cambio en la política de medicamentos del PAMI:

• Se redujo la lista de medicamentos con cobertura total.
• Se endurecieron los criterios para acceder a medicamentos gratuitos.

Esto generó una caída en la cobertura efectiva y una mayor carga de gasto de bolsillo. Desde la asunción de Milei hasta abril de 2025, la canasta de medicamentos PAMI subió un 394,2%, superando ampliamente tanto la inflación general como el aumento de las jubilaciones.

Fin de la moratoria previsional

En marzo de 2025 venció la moratoria previsional y el gobierno no la prorrogó. Esto tiene consecuencias directas para los futuros jubilados:

• 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 varones en edad jubilatoria no podrán acceder a una jubilación ordinaria.
• En su lugar, deberán conformarse con la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), que equivale al 80% de la jubilación mínima y no es pensionable.

Conclusión

La política previsional del gobierno de Javier Milei, lejos de mejorar la situación de los jubilados, ha profundizado su vulnerabilidad. La nueva fórmula, los bonos congelados, el recorte en medicamentos y la eliminación de herramientas como la moratoria, configuran un escenario de pérdida sostenida del poder adquisitivo.

Mientras se sostiene el discurso del superávit fiscal, los adultos mayores pagan el costo más alto del ajuste.

Fuente: CEPA